domingo, 3 de diciembre de 2017

Welcome Pack



 
Ahora que la Universidad se pone al día con el leonés, con unos poquitos siglos de retraso, hablemos del inglés, otra lengua en peligro en el mundo, precisamente por lo contrario. Hablemos del Black Friday y del Cyber Monday, hablemos de shopping, hablemos de business. Hay épocas del año en que la tele está tomada por intermedios publicitarios de la Fox, hasta que sale Bertín. En navidades he contabilizado (en modo masoquista, lo reconozco) cuarto de hora de anuncios seguidos sin una frase coherente en español, aunque eso sí, sazonados de vehículos repulidos, fragantes perfumes y chavales plastificados susurrando con desgana lemas inaudibles y memorables, herederos anodinos de cuando canturreábamos pop y nadie (nadie) sabía una palabra de inglés. Se nos seduce por desconocimiento.
El idioma de Theresa May tiene efectos balsámicos y vigorizantes a la vez. Es el viagra de las frases. Hay especialistas en levantar textos insulsos merced a un preparado de palabras en inglés con el que pretenden un aliento más cool, más trendy, más smart. Como si invocasen númenes arcanos y sesudos. Pudiendo hacer un break en el briefing para un brunch, para qué vamos a suspender la sesión y hacer un taco. Qué ordinariez.
Nuestras administraciones, siempre a la vanguardia de esas tendencias, prodigan jocosos anglicismos en eso que se llama “entes”. Hace poco descubrí que el Ayuntamiento leonés y la Junta regional disponen de sendas “Film Commission” (como lo leen), dedicadas a facilitar rodajes cinematográficos y, por supuesto, castings, entre otros requerimientos operativos con atavío lingüístico Brexiter. También me entero ahora (a veces voy rezagado) de que este cabildo nuestro dispone de un “Convention Bureau”, negociado, despacho o departamento que, cuando se identifica a sí mismo, aclara con un paréntesis para bisoños en idiomas que se trata de una Oficina de Congresos. Ítem más: si se viene de vista a esta bonita ciudad -¿de… Lion?- nuestro honorable (léase honoreibol, que coinciden las grafías) Ayuntamiento facilitará un “Welcome Pack”, elemento para el que otro paréntesis aclara que se trata de un manojo de folletos turísticos.
Mientras caminaba por la calle Father Island discurría sobre lo arduo que es resistirse al idioma imperial y lo aldeanos que nos hace sentir a veces. Pasó con latín, español, francés… Moratín lo ilustraba con sorna: “Admiróse un portugués/ de ver que en su tierna infancia/ todos los niños en Francia/ supiesen hablar francés/ “Arte diabólica es”,/ dijo, torciendo el mostacho, / “que para hablar en gabacho/ un fidalgo en Portugal/ llega a viejo, y lo habla mal;/ y aquí lo parla un muchacho”. Sin embargo, que administraciones tan conjuradas a la hora de presentar el castellano como recurso (“apostar” es el término técnico que emplean) o velar por idiomas propios empleen términos tan ridículos, admira a hidalgos y followers. Para este trip no necesitábamos ese pack.
  (Publicado el 3/12/2017 en La Nueva Crónica de Léon, en una serie llamada "Las razones del polizón": https://www.lanuevacronica.com/welcome-pack)

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