El plagio dice mucho del plagiario, pero también del
plagiado y del texto. En las pasadas presidenciales norteamericanas, Melania
Trump fusiló un discurso de Michelle Obama. En las presentes presidenciales
francesas, la candidata fascista Marine Le Pen ha hecho lo propio con parte de
una arenga del gaullista Fillon. Más allá de las intenciones e intereses
políticos concretos (a saber: apropiarse del prestigio individual o del espacio
político, respectivamente), ese cambalache de discursos revela la vaguedad que
habitamos en el terreno de las ideas que se nos ofrecen, la carencia de
identidad narrativa, la intrascendencia del relato político explícito. La
pérdida de capacidad de persuasión de la palabra discursiva, víctima de un descrédito
sin precedentes, se fragua tanto en el bochorno del embuste como en la imprecisión
lingüística.
Hemos visto a Rodrigo Rato como azote de la evasión fiscal
cuando era ministro, a Pujol despotricar contra la perfidia del Estado como genius loci del catalanismo, a Aguirre
destapar la Gürtel, a Rajoy luchar contra la corrupción… Hemos visto cosas que
no creeríais, dijo Nexus-6. Y las hemos oído. Por ese motivo no nos hacen mella
y da igual Melania que Michelle. Los discursos están amortizados; agotadas las
palabras. Cierta tradición oral de la política da sus últimos estertores y es
saqueada por cualquiera para su escarnio en la era de la furia maximalista del tweet. La mentira ya no forma parte de
la verdad, como creyó Talleyrand; la mentira forma la verdad.
Y aunque -último escalón de esa mengua- ello propicie fugaces
triunfos de expresiones cuarteleras o pedestres (Rafael Hernando, Iglesias,
Rufián…) sin más recorrido que un par de telediarios, hay quien pretende llamar
a las cosas por su nombre. Demasiado tiempo sin hacerlo. Quizás no gusten
palabras como casta o trama, pero cuando se refieren a castas y a tramas es lo
apropiado. Solo la exactitud puede devolver al discurso sus virtudes de explicación
y convicción.
(Publicado en La Nueva Crónica de León, el 6/5/2017: http://www.lanuevacronica.com/discurso)
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