domingo, 16 de noviembre de 2014

Generación



 
La comadrona la levantó en brazos, enrojecida y llorosa y apenas entrada en el mundo, y me la mostró a través de un cristal: “éste es el chollo”, bromeó sonriendo. Hace dieciocho años. Ya tiene mayoría de edad legal, pero sigue sorprendiéndome que se comporte como una persona tan responsable y cabal, porque en ella sigo viendo a aquel bebé, la pequeña que trastabillaba hasta mis brazos, que apenas hablaba o sabía sino sonreír alumbrándolo todo con una inocencia pura y rutilante de amanecer. Sin casi percatarme, su semblante se ha vuelto más diáfano y sereno, como de un mediodía de primavera.
Al igual que muchos jóvenes de su generación, se preocupa por lo que oye sobre su país y por un futuro que, en estos días tumultuosos, no alcanza a vislumbrar. Se hace adulta. Pero su generación no tiene por qué defender sus derechos, pues los ejercen y los saben suyos. Ni buscan excusas ni piden explicaciones. No sienten la política como una losa; la ejercen cuando lo sienten preciso. No arrastran fardos, ni deudas, ningún trauma de infancias vergonzantes. Salen a la calle a divertirse o se encierran en casa a edificar ámbitos personales que no entendemos, como no comprendían nuestros padres aquellos que habitamos nosotros. Se esfuerzan en unos estudios sobre los que gravita la falta de oportunidades, o en unos trabajos mal pagados y eventuales, difíciles incluso de conseguir, donde les ponen mala cara si reclaman lo que es justo, como si les estuvieran haciendo un favor. Pero no se dejan engañar: no deben nada a nadie.
Me gusta pensar que tomarán el relevo. Personalmente estoy orgulloso de ella, como de su hermana. Hagan lo que hagan, sé que son buenas personas, comprensivas y educadas. Intentarán ser felices, pero no a cualquier precio. Y estoy esperanzado en su generación. No se merecen este país decepcionante y gris, y están empezando a voltearlo de arriba a abajo, ante la presbicia de nuestros gobernantes. Aquella comadrona tenía razón. Felicidades, hija.
(Publicado en La Nueva Crónica de León, el 15/11/2014)

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