domingo, 17 de agosto de 2014

Duplicidad



 
Nadie más convencido de la insensatez de duplicar administraciones. Y, en ese sentido, las diputaciones provinciales se muestran a ojos de todos como un fósil del pasado, de un pasado muy pasado, materia de paleontólogos. Aun cuando referirse a las diputaciones sea, básicamente, referirse a sus mandatarios, ya que sus funcionarios son tan necesarios como todos y cada uno de los funcionarios de este país, tan escaso y necesitado de ellos (cifras y realidad demuestran esta evidencia).
Pero he aquí que las diputaciones provinciales, como las provincias en sí, cuentan con una larga biografía, que de algo ha de valer. Una historia que hace de esa institución una de las más longevas y resistentes de nuestro mudable y caprichoso panorama institucional. Y, a veces, se nota; a veces, eso vale algo. Por ejemplo: en la exposición de obra propia que el Instituto Leonés de Cultura tiene en sus salas del edificio Fierro y el palacete de Independencia... En ella, más allá del excelente trabajo de selección y montaje que siempre realizan los profesionales a su cargo, topamos con buena parte de la trayectoria de promoción y amparo de ese organismo hacia las artes plásticas, y la conclusión deviene lógica: lo mejor y más sólido en la materia debe atribuírsele. Y no sólo en ese terreno. Desde los becarios decimonónicos a las restauraciones más cumplidas, del envío de libros a pueblos remotos a la protección de patrimonios no amparados legal o verborreicamente... También hay errores, por supuesto, pero el balance se antoja positivo. Sin alharacas ni ostentaciones. Y desde siempre.
Así que uno sale de allí pensando que tal vez la  Diputación no sobra tanto, pues al menos tiene experiencia en ciertas cosas y las hace (aún hoy) mejor que otros. Sale de allí y piensa que quizás lo que sobra son las Delegaciones territoriales autonómicas, con su tosca manera de imitar a las viejas y sabias diputaciones, con sus secciones de cultura, que o callan o están como ausentes... 
(Publicado en La Nueva Crónica de León, el 16/8/2014)

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