domingo, 4 de mayo de 2014

Tauromaquia



 
El gobierno autonómico ha declarado la fiesta de los toros Bien de Interés Cultural (nomenclatura actual de los monumentos), con categoría inmaterial. Se une así a otras autonomías y al propio Estado, sobre todo desde que Cataluña prohibiera los toros: haciendo amigos, ya se sabe. Curiosa categoría esta de lo inmaterial, convertida en cajón de sastre de la disputa política y el absurdo metodológico. Porque luego hay mucha materialidad (económica) en el argumentario del decreto, eso sí.
No me gusta esa fiesta. Me desagrada su crueldad innecesaria, que no se justifica de ningún modo, ya que el toreo sin el ensañamiento y la muerte del animal está inventado desde hace tiempo. Pero no los prohibiría. Más lógico sería esperar un poquito y declararlo monumento en la categoría arqueológica, como a todo fósil de una época extinta. Tampoco los ensalzaría dotándoles de la protección prevista para una obra de la cultura. Algo que puede ser tan groseramente sanguinario no debería considerarse siempre una obra digna de tal encomio. Podría serlo -no lo discuto- determinada faena de un diestro concreto en un día de inspiración, pero no todas ni en todo momento. El cine también es un arte, pero no lo declaramos monumento de forma genérica, porque entonces cabría considerar al mismo nivel El Padrino y Torrente, Casino y Los bingueros... Y así con todo. Si declarásemos de interés cultural la pintura, ¿quién negaría el pan y la sal a un buen gotelé? Hace tiempo que los tribunales rechazaron las declaraciones genéricas (tipo casas blasonadas, cuevas pintadas...) para evitar estos desatinos. Porque a partir de ahora ¿podrá hacerse el salto de la rana? ¿Se regulará la ortodoxia de la porta gayola y se considerará un atentado al patrimonio su ejecución inapropiada?
Ítem más. El problema con los toros lo resumía hace unos días la Condesa de la doble fila: al que no le guste, es porque es antiespañol, decía la huidiza lideresa. Antiespañol... que ahí me las den todas.
(Publicado en La Nueva Crónica de León, el 3/5/2014)

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